Género: Novela histórica
No tengo muy claro si es novela histórica o romántica, lo cierto es que lo que más me interesado a mí es la ambientación del libro y la situación sociopolítica que describe, aunque es cierto que todo rodea a la historia de amor de un par de adolescentes, inmigrantes de segunda generación, en los años cuarenta.
Estamos ante otro libro con doble línea temporal, un hombre en los años ochenta tras descubrir que ciertos objetos han sido hallados en el sótano de un hotel, empieza a recordar cómo llegaron esos objetos allí.
Henry es hijo de chinos, y vive en el barrio chino, su padre, completamente traumatizado por haber crecido en una China masacrada por las tropas japonesas vive por y para que Henry se convierta en un chino americano que no tenga que pasar por penuria alguna, no obstante, aunque obligue a su hijo a ir a una escuela para niños americanos se asegura de que lleve siempre un distintivo que pone "Soy chino", no vaya a ser que lo confundan con un indeseable japonés y sueña con enviarlo a China para que termine su formación.
En el colegio, Henry conoce a Keiko, americana hija de japoneses, ella ni si quiera sabe hablar japonés.
Henry y Keiko se hacen amigos en seguida, y aunque Henry tiene que mantener la amistad en secreto, pues su padre nunca aceptaría que su hijo se relacionara con japoneses. Por su parte, la familia de Keiko está encantada con Henry y en seguida aceptan al amigo de su hija como un miembro más de la familia.
El problema es que estamos en plena segunda guerra mundial y Japón está en el bando enemigo, así que el ambiente que se respira en el barrio japonés es ... tenso.
Mientras vamos recordando el pasado de Henry, también leemos sobre su presente, sobre sus problemas de comunicación con su hijo universitario y sobre cómo se está adaptando a ser viudo.
El libro nos muestra episodios racistas, campos de concentración en EEUU (por cierto, vuelvo a demostrar cuán inculta soy, porque jamás había oído ni leído nada sobre campos de concentración en EEUU destinados a japoneses), todo está muy ambientado y puedes imaginarte en los años cuarenta acompañando a nuestros protagonistas.
Lo único que no he visto claro han sido un par de anacronismos como una casa, en 1986 habla de grupos de apoyo online y cosas así que chirrían muchísimo y de repente te sacan de la historia, me parece una verdadera pena.
Tampoco me convence el cambio de título, admito que se trata de una cuestión personal, pero con esa portada tan bonita, el título original "Hotel on the corner of bitter and sweet" (Hotel en la esquina de lo amargo y lo dulce) resulta fantástico, no entiendo de dónde leches se han sacado lo del sabor prohibido del jengibre.
Tuve mi oportunidad - dijo, retirándose de una vida de anhelo. Tuve mi oportunidad y a veces en la vida no hay segundas oportunidades. Te centras en lo que tienes, no en lo que perdiste y sigues adelante.
Nota: 7/10